
Las frutas y los vegetales tienen efectos benéficos sobre el cuerpo humano debido a la presencia de moléculas antioxidantes las cuales ayudan en la prevención de enfermedades, en la mejora de la salud (1). En los últimos años se ha encontrado que ciertos químicos de las plantas tales como los terpenos, flavonoides y antocianinas (las cuales eran considerados como moléculas irrelevantes en la dieta humana), confieren a la alimentación propiedades antioxidantes (2,3). Los antioxidantes neutralizan las especies reactivas de oxígeno, las cuales son producidas en el cuerpo durante procesos fisiológicos.