
Ahora considera el siguiente planteamiento: ¿Si pudieras saber de qué te vas a enfermar y cómo tu alimentación podría evitarlo o favorecerlo, cambiarías tu dieta? En la actualidad, muchas personas muestran una preocupación cada vez mayor por su salud y alimentación y eso es bueno en la medida en que sepamos acertadamente como cuidarnos; ya que también es cierto que como individuos somos tan distintos que al hacer un mismo tratamiento con fármacos por ejemplo, la respuesta entre las personas puede ser muy diferente en cada una de ellas. Lo mismo pasa al hacer una dieta hipocalórica (disminuida en energía), pues no siempre los pacientes obtienen los mismos resultados en la reducción de peso. Para dar explicación a lo anteriormente mencionado, surge la oportunidad de hablar de la individualidad representada por nuestro perfil genético.