
En el 2020, en México se registraron 33,262 casos de intoxicaciones por consumo de sustancias psicoactivas en los servicios de urgencias; en este mismo año el Servicio Médico Forense (SEMEFO) registró 1,735 defunciones asociadas al consumo, siendo el alcohol la primera causa y la segunda, el uso de estimulantes anfetamínicos. Además, la Dirección General de Información en Salud (DGIS) indica que del 2010 al 2019 se registraron 28,199 fallecimientos por el consumo de sustancias psicoactivas derivadas del tratamiento de trastornos mentales y del comportamiento (trastornos depresivos mayores, esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno por ansiedad y distimia, entre otras) (1).