
Hoy en día el medio ambiente se reconoce como un factor fundamental y determinante de la salud humana. El aire, agua, suelo y entorno social, conforman el ambiente en el cual los individuos nacen, crecen, se reproducen y mueren. Por lo tanto, todas aquellas cualidades o riesgos que existan en estos componentes básicos, se convertirán en aliados o enemigos de la salud y la vida. Existen algunas edades y grupos específicos, donde el ambiente puede influir aún más sobre la salud y el desarrollo óptimo. Particularmente, los niños y las mujeres embarazadas son más propensos a los riesgos ambientales. El embarazo y la vida fetal permiten escribir la historia de vida de un individuo, cuando un factor externo pone en peligro la salud de un feto, aún por unos pocos minutos, horas o días, puede ser suficiente para generar cambios definitivos en la vida infantil o adulta. Hoy sabemos que muchas de las enfermedades crónicas de la infancia e incluso de la vida adulta se determinaron desde la preparación de las células que formaran el futuro feto (2 meses previos al embarazo), durante el embarazo y en los primeros años de vida.