
El agua es una sustancia esencial para la vida y el componente más abundante del cuerpo humano, participando en prácticamente todos los procesos fisiológicos. La cantidad de agua presente en el cuerpo depende de factores que son variables de acuerdo con la funcionalidad de cada persona como el crecimiento, desarrollo y su cronología a lo largo del ciclo de vida humana; por ejemplo, el embarazo y la lactancia materna, entre otros estados fisiológicos son especialmente importantes ya que involucran propiamente los procesos de digestión celular (1).