
El cuerpo de las madres cambia constantemente conforme avanza el embarazo a fin de facilitar el crecimiento de un feto sano (1), uno de estos cambios está relacionado con la glucosa sanguínea (o glucemia) ya que normalmente diversas hormonas trabajan para mantener los niveles de glucosa sanguínea bajo control. Sin embargo, durante el embarazo, los niveles hormonales cambian, lo que dificulta que el cuerpo procese la glucosa sanguínea de manera eficiente, provocando su aumento.