
En el embarazo ocurren cambios fisiológicos que van afectando funciones dentro del organismo, las modificaciones se empiezan a observar antes de que los cambios físicos de la mujer sean notables. Las alteraciones tanto físicas como emocionales dependen de diversos factores como la edad, peso pregestacional, genética, hábitos de alimentación y actividad física, siendo estos dos últimos influyentes para un mejor proceso, no solo para la mujer sino también para el feto.