
La obesidad es una enfermedad multicausal que incluye factores exógenos y endógenos, entre los últimos se consideran influyentes la leptina, cortisol en insulina. La leptina al ser sintetizada en el tejido adiposo, tiene una relación directa al aumento de grasa corporal, ya que sus niveles circundantes son proporcionales a las reservas de tejido adiposo y de ésta tiene influencia en la regulación del metabolismo energético. El cortisol
e insulina, influyen en el desarrollo de la obesidad, mediante la alteración metabólica de glucosa. El cortisol induce resistencia a la insulina permitiendo una disminución en la captación de glucosa muscular y un aumento en la gluconeogénesis hepática. Los niveles persistentes elevados de cortisol se asocian con un aumento en la secreción de insulina, lo que sinergiza la acción lipogénica de éstos sobre la grasa visceral.