
Cada año nacen cerca de 15 millones de bebés prematuros en el mundo, los cuales tienen un mayor riesgo de muerte por complicaciones de salud en comparación con un bebé nacido a término (1). Entre estas destacan, enfermedades respiratorias, enterocolitis necrosante e infecciones. De los bebés que sobreviven, muchos presentan alguna discapacidad relacionada con el aprendizaje, retraso psicomotor y problemas visuales y auditivos (2).