
En la búsqueda constante de métodos eficientes para controlar la propagación de patógenos y mantener la higiene en diversas aplicaciones, la plata coloidal y el cloro han emergido como desinfectantes de interés. La eficacia de estos agentes antimicrobianos ha sido ampliamente estudiada en diferentes contextos, desde el tratamiento de agua potable hasta la desinfección de superficies, desinfección de frutas y verduras, así como de productos médicos.