
La equidad de género es un principio de justicia, parte del reconocimiento de las diferencias sociales existentes entre hombres y mujeres por el hecho de poseer cuerpos distintos, y su fin último es lograr que pese a estos cuerpos diversos, el acceso a derechos
y obligaciones, no sea diferente. La equidad no es el objetivo, la equidad es el primer paso
para lograr igualdad entre las personas sin importar sus genitales, sus preferencias o sus
identidades sexuales... La RAE señala que equidad es dar a cada uno lo que merece, pero ¿quién determina aquello que merecemos? ¿Qué sucede cuando desde el sentido común se afirma que mujeres y hombres merecemos un acceso diferencial a la educación, al cuidado de los(as) hijos(as), la sexualidad o incluso el sentido de libertad por nuestras características biológicas, bueno, por los genitales que tenemos?