
Una alimentación sostenible es aquella que respeta y protege la biodiversidad, es culturalmente aceptable, es accesible económicamente, es adecuada, segura, saludable y busca la optimización de los recursos humanos y naturales. La dieta sostenible debe ser una acción inmediata de contención para el cambio climático, pues si no se lleva a la práctica, el cumplimento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible no sucederá. En este sentido, un factor estresante que ha agravado la situación de la seguridad alimentaria, y, por lo tanto, del acceso a una dieta sostenible, es la pandemia por COVID-19.