
Es común escuchar hablar sobre el hígado, y sobre cómo este órgano fácilmente se puede enfermar o dañar por el consumo excesivo de alcohol. Sin embargo, existe una condición que no necesariamente tiene relación con la ingesta de alcohol, esta es la enfermedad de hígado graso no alcohólico, también conocida como esteatosis hepática no alcohólica (EHNA), y puede prevenirse o modificarse en sus primeras etapas de evolución (1).