
La contaminación ambiental se ha presentado en cada etapa de la evolución humana, teniendo un incremento considerable a partir del impacto de la revolución industrial a finales del siglo XVIII. En esta época se promovió el uso de maquinarias de vapor que funcionaban a base de la combustión del carbón, entre otros procesos que incrementaron la liberación de sustancias químicas al medio ambiente, rebasando la capacidad del ecosistema para asimilar o degradar las sustancias tóxicas, cuya consecuencia principal es el daño a la salud de los seres humanos.