
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una condición endócrina y metabólica que afecta del 4 al 16% de las mujeres, y se considera un problema de salud a nivel global. Se caracteriza en la mayoría de los casos por un descontrol hormonal (aumento de andrógenos), periodos menstruales irregulares o ausentes, la presencia de múltiples quistes en los ovarios, hirsutismo (crecimiento excesivo de vello), acné y aumento en el peso corporal. No obstante, dichas características no siempre se manifiestan del mismo modo en todas las pacientes, debido a la etiología peculiar de esta enfermedad, ya que se involucran diversos factores genéticos y ambientales. Esto puede dificultar su diagnóstico y retrasar el inicio del tratamiento o que este sea inadecuado. El no tener un tratamiento apropiado, puede generar una baja adherencia farmacológica o su abandono, propiciando mayores complicaciones. Al ser una enfermedad multifactorial, su tratamiento debe de ser multifacético y elaborado de manera multidisciplinar.